PARANOIA A PEDAL

jueves, 24 de junio de 2010

Los NO de mitad de año





Por suerte el invierno enfría la mente -por más que congele los huesos y atraiga pestes- y da espacio a decir NO a ciertas cosas:

- NO a buscar empleos pedorros/mal pagos
- NO a la vagancia
- NO a llorar por las cosas que se rompen en la casa
- NO a comer mal y seguir perdiendo peso como una momia
- NO a dar y dar (No a Fito Páez)
- NO a usar más tiempo internet que los pinceles, ¡SI al arte!
- NO a rodearme nuevamente de pseudo artistas de pacotilla a causa de mi vuelta al arte (y por supuesto, NO ir a exposiciones, que son caldo de imbéciles de mierda)
- NO a pedir peras al olmo y enojarme como una idiota, ir a comprar yo misma las peras
- NO a no limpiar la casa porque hace frío
- NO a espaciar las visitas a amigas/familia por tener frío/cansancio/paja
- NO a llorar, salvo una vez cada 28 días que se justifica cualquier acto de histeria/desesperación/homicidio
- NO a seguirle la corriente a los vecinos, mandarlos a tomar el fresco
- NO a criticar el ombligo de los demás y empezar a mirar el mío aunque eso me transforme en una egoísta repulsiva pero tengo varios años por delante para madurar
- NO a temer perder afectos, ellos se perderán de mí en todo caso
- NO a la hipocondría
- NO a las drogas (esa es fácil, no me gustan)
- NO a aplicar los cuentos de hadas a la realidad
- NO a decepcionarme, directamente no esperar nada y listo salvo el bienestar general
- NO a sentirme fea porque sencillamente no lo soy
- NO a centrarme en el lado negativo de los demás, aprovechar lo bueno que pueden dar y si no dan nada mandarlos a Siberia sin compasión, NO a los giles
- NO a llegar a reflexiones y después hacer lo contrario
- NO a psicopatear
- NO a que me psicopateen

Nota: esta breve lista no transformará el blog en esos blogs cursis femeninos de minitas que hacen listas de objetivos como de supermercado un domingo por la tarde. Amén

jueves, 17 de junio de 2010

Me fastidian X


- Si hay algo que me fastidia (además de producirme un susto bárbaro) es la gente que anda con su perro suelto por la calle, y da la casualidad que ese perro siempre es una bola de carne rottweiler, doberman, pitbull y afines. Estos malignos seres (sus dueños) aprovechan a pasearlos sin correa alrededor de las 6 de la mañana -horario en el cual Srita. Bipolar sale de su casa para ir al trabajo-. Un día voy a llegar descuartizada o en ambulancia en medio de un pre infarto.

- Lo dije más de una vez: los débiles mentales que se meten en la cola de la "caja rápida de pago exacto" del subte y/o tren y avanzan con la fila cual vaca al matadero, una vez en la ventanilla recién ahí se acuerdan de chequear si realmente tienen el cambio exacto. Debería haber una ley penal para esta escoria de personas.

- Los fronterizos que en la misma fila del subte/tren preguntan cuánto cuesta el pasaje cuando al lado tienen un cartel gigante y estratégicamente ubicado que dice claramente el valor del mismo. Más fastidio me produce aún que el empleado del otro lado en vez de señalarle el cartel con cara de odio (tal como yo haría) se gasta en contestar.

- La panadera de la esquina. Es demasiado simpática y siempre hace preguntas. Encima juro que hace como 2 años que está embarazada ¿cómo puede ser eso?

- El timbre. Ya sean los Reyes Magos trayendo regalos o Edesur queriendo cortar la luz, no soporto el timbre. Ni el mío ni ningún timbre del mundo. Me parece un medio de aviso autoritario, invasivo y encima si la persona dueña del dedo que lo toca es maleducada tiene la libertad de tocarlo todas las veces que quiera. Es el peor invento del mundo.

- Juntarme a comer y que sean las 12 de la noche y estar con un hambre terrible y que el resto de las personas voten por cocinar una comida extremadamente elaborada o llena de ingredientes que se cocinan por separado y no tienen nada que ver entre sí. Gente, lo simple y rico existe.

- Las minitas taradas que tienen miedo de tomar un taxi o remís solas a la noche. Que tengas miedo del colectivo vaya y pase, esperándolo puede pasar de todo...pero un taxista más que hablar de que en la dictadura estábamos mejor, que la juventud está perdida o a lo sumo tirarte un poco de onda no va a hacer. Mina cagona y a la vez creída sí que es algo vomitivo.

- Y la que casi me olvido: no me entra en la cabeza la gente que se dice ser admiradora de Gustavo Cerati y declara por televisión, radio, blogs, etc sandeces tales como "Fuerza Gustavo, te queremos ver tocar pronto". A ver...¿Que no se dan cuenta acaso de que el pobre infeliz apenas está luchando por su vida, y si sale vivo va a tener que luchar por poder dar dos pasos decentes, decir alguna palabra coherente y volver a aprender a usar una cuchara para tomar un poco de sopa aunque sea?. ¿Cómo la gente puede tener un ombligo tan grande para exigir a un tipo que está como el choto de salud que se recupere, pero para cantarles el arroz con leche, no porque realmente les importe la vida de este señor?
(aclaro para los extranjeros y/o ignorantes:, G. Cerati es un cantante argentino que sufrió un accidente cerebrovascular y está cada vez peor)

lunes, 14 de junio de 2010

Los boludos buenaonda


Aquellas personas que no saludan, que desprecian por deporte, que echan mal de ojo hasta cuando duermen me molestan tanto como las personas “buena onda”.


Estos coloridos seres pasan el límite de la falsedad y el sinsentido. Generalmente visten como si fuesen un gigantesco manojo de globos de colores y en sus ratos libres se dedican a actividades que supuestamente se desprenden de lo teatral tales como “circo”, malabares, trapecio y esa cosa que se cuelgan de una tela sostenida del techo para demostrar cuán “elásticos” son (en la india se los comerían crudos…pero se deben pensar que si tienen los músculos flexibles tienen la mente abierta o algo así).

Cuando vacacionan invaden campings y lugares agrestes y con su “buena onda” se acercan a los seres normales con el fin de venderles alambres, piedras y cosas de hilo que ellos definen como “artesanías”. Cuando se dan cuenta de que los demás están percibiendo sus fines lucrativos entonces en un nuevo gesto de “buena onda” se ofrecen para hacer una deliciosa cena comunitaria…resultado: la mayoría de los ingredientes terminan garpándolos el resto y encima el prometido manjar consiste en arroz berreta con atún venenoso. Todo mal cocido ya que ni saben armar una buena fogata.

En la ciudad adoran frecuentar el ambiente universitario, ya sea como estudiantes o como vendedores de alguna porquería en la puerta, o ambas cosas. Cuando se van acercando a los 30 años siempre observamos que los especímenes buenaonda masculinos siguen en esa pavada pero cansados de años de caretearla, van sacando a flote sus intenciones haciendo propuestas sexuales directas a cualquier joven menor de 19 años que pulule el ambiente. Y así siguen siendo hasta los 40 y pico de años, y después no tengo la menor idea de lo que les pasa. En cambio las buenaonda femeninas se dan cuenta pronto de la paparruchada que están haciendo (o se aburren, no sé) y mutan hacia algo que también me da asco: le piden plata a sus papis y con eso se transforman en “microemprendedoras de lo hippie-chic” ¿qué es esto? Se ponen a hacer accesorios de colores -de esos que nos enseñan a hacer en la clase de manualidades en la primaria-, les ponen envases “lindos”, le ponen un nombre “lindo y femenino” y se los venden a las amigas de sus madres (que siempre, pero siempre son dueñas de locales de ropa en Palermo) a un precio exorbitante Estas mujeres que han mutado a simples chetas inútiles siguen manteniendo esa falsa “buena onda” invadiendo a todos con sus sonrisas en las cuales muestran todos los dientes (¡no quiero ver tu dentadura, imbécil!). Para hacer creer a los demás que nadie les está haciendo un favor se hacen un Facebook, página web, etc de sus creaciones. Si Cocó Chanel las viera agarraría una guadaña y les cortaría la buena onda de cuajo.


Simplemente no entiendo la gracia de que esa gente me sonría y me mire fijamente con ojos húmedos (como hacen con todo el mundo). O sea, ¿qué saben ellos si no soy una abusadora de niños, una golpeadora de ancianos, qué saben ellos si no soy del ku Klux klan y durante las noches salgo a incendiarles las casas a la gente que vive en la villa 31 (a falta de un Harlem en este país)? ¿Qué saben si tras esta fachada no oculto una admiración sublime hacia nuestro ex presidente Méndez? ¿Qué saben quién diablos soy? ¿Acaso se piensan que si se visten de colores y decoran sus casas con colores y viven mostrando los dientes se van a ir al cielo? ¿Se piensan que la “dictadura de la felicidad” está bien, que hay que disfrutar a pleno de la vida aun sabiendo que somos títeres de algo enorme que no conocemos?. O para no ser tan extrema, ¿nunca los dejan sus novios/as, nunca se pelean con un amigo, nunca se les muere un pariente que siempre están sonrientes? ¿no se dan cuenta de que interponer el hedonismo por sobre los afectos es vacío?.

Regalar buena onda así como así es un acto falso y frívolo, sin duda.

sábado, 5 de junio de 2010

Detesto cuando...



Pocas cosas hay más odiosas en este mundo (junto a los tacos altos que hacen ruido y demases) que cuando un especímen masculino dice: "Yo a tal le re doy", "a esa le doy", etc.

Al margen de la vulgaridad que implica el término "dar" (dícese, meter el pito)...Flaco ¿quien diablos sos como para expresarte con tanta soberbia inmunda, tan seguro de que le das?. Más realista sería decir al menos "si Angelina Jolie hiciera una apuesta con sus amigas en la cual perdería y la prenda fuese encamarse con un inútil con cara de don nadie como yo y encima me eligiese a mí para semejante hazaña, le daría con gusto".
Pero no, no se miran al espejo, y si se miran y ven un energúmeno con facha igual presuponen que la señorita en cuestión de por sí se va a dejar dar porque uno tiene un auto feo y una tarjeta de crédito en una billetera con olor a rancio. ¡Imbéciles!
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